Aunque todo parezca negro, siempre hay una alternativa

Todo comienza en Ezcaba en las dos primeras décadas del siglo XX. José y Lucía dan a luz a los 9 hermanos Olaverri. Tienen una vida precaria (sin ni siquiera luz eléctrica) dedicada a la agricultura de tierras arrendadas y al ganado propio

A mediados de los años 30, se trasladan a Astrain, un pueblo más grande. Continúan con el mismo estilo de vida, agrícola y ganadero, produciendo para consumo propio.

 

 

 

 

 

 

 

En 1936 llega la Guerra Civil. Dos de los hermanos, Eugenio y Justino fueron a ella y sobrevivieron. Al acabar el conflicto, tuvieron que adaptarse a la empeorada situación de la posguerra.

En 1948 cinco hermanos (Vidal, Vicenta, Rosario, Justino, Eugenio) deciden marchar a Pamplona montando un bar (local arrendado) al que lo llaman Bar Olaverri, en la calle San Lorenzo. Luego se incorporan José y Lucía y el resto de hermanos. Por otro lado, dos hermanos compran un camión para llevar mercancía de la estación de tren al centro de la ciudad. Se asentaron todos en la Calle Nueva.

A finales de los 50 y principios de los 60, comienza a construirse el barrio de La Milagrosa dando oportunidad a la compra de locales;  la familia Olaverri decide comprar uno: se funda el Bar Olaverri en la calle Santa Marta, un bar de barrio en un sitio emergente, en construcción, que atraía a muchos obreros y nuevos vecinos. La familia se establece en pisos de La Milagrosa y ganan lo justo para vivir, sin caprichos.

 

 

 

 

 

 

 

 

En esa época, un chófer de La Roncalesa comenta a los hermanos la idea de crear un asador (no había en Pamplona, y en País Vasco funcionaban bien). Eugenio Olaverri y Concha Garay, su mujer, van a País Vasco a conocerlos. Les gusta, se ponen de acuerdo todos los hermanos y amplían el bar con un local anexo fundando el Asador Olaverri el 22 de noviembre de 1963.

Desde entonces el bar fue llevado por los varones y el asador por las mujeres. Tenía una carta limitada a chuletón, gorrín, cordero y lechuga. Era barato y con buena calidad precio.Los primeros años fueron muy duros. Solo contaban con un día de fiesta a la semana, y trabajaban unas 11 horas diarias. Como el negocio iba bien, cogieron a más gente. Trabajaban unas 20 personas. Lucía, madre de los 9 hermanos echó una mano hasta que murió con 95 años.

Los años 60 fueron el arranque del asador. Coincide con la época del desarrollismo donde los españoles empezaban a sacar el cuello. Los 70 fueron el apogeo. Un día laboral daban de comer al día a una media de 200 personas. Un fin de semana la cifra ascendía hasta 350 personas. En esta época no había reservas (la regla era: ir antes de que te quitasen el sitio).

Los hijos de algunos hermanos, con temprana edad (con unos 11-12 años) ya iban a colaborar (poniendo mesas, postres, cantando turnos etc.)En los 80 los Olaverri ya se acomodaron y empezaron a tener una vida más ociosa (vacaciones, hijos que iban creciendo e independizándose etc.)

 

 

 

 

 

 

En los 80, empiezan a jubilarse los primeros hermanos Olaverri. El último se jubiló en el 93. Sigue el negocio con personal contratado (bar y asador). En el 98, los 8 hermanos, que eran los propietarios, lo ponen en venta, y lo adquieren en el 2000-01 los sobrinos del noveno hermano, que siempre se mantuvo al margen del asador.